No puedo negar que cuando vi mi destino (definitivo y forzoso) a más de una hora de mi casa, se me vino el Mundo encima. No obstante, como cada nuevo curso, se me hizo una eternidad hasta que por fin pude saber los que iban a ser mis alumnos.
Este año tengo un grupo de 3°. 21 niñ@s muy despiertos y bonitos. Una pena que casi no les veo la cara con la mascarilla.
Son alumn@s súper vivos y participativos y parece que también con muy buen hábito de trabajo en el aula. Entre ellos hay buen clima y muy rápido han cogido cariño a su nueva profe.
Una pena que, tras solo 7 días lectivos, nos hallan cerrado el aula unos días (ya sabéis, tiempos de COVID) y no podamos seguir con las clases presenciales durante una semana.
Desde que hemos empezado hemos hecho actividades de acogida y presentación, acordado unas normas de aula, concienciando sobre el lavado de manos y distancia social, realizado una evaluación inicial y nos hemos puesto a repasar segundo... Y es que hay que saber de dónde partimos, más aún este año tras el confinamiento.
Estos días de encierro estamos trabajando con classdojo y hemos hecho cuadernos y alguna ficha de liveworksheets. También han podido hacer un escape room on-line que el año pasado hicieron mis peques de 1°.
Se presenta un curso, cuanto menos, muy distinto al anterior.
Ánimo y muchas gracias.
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